DEJAR IR EL DOLOR Y TOMAR LA VIDA


Toda persona ha tenido que dejar ir en algún momento de su vida algo, alguien. Hay quienes de tanto atarse a eso que ya no está, solo ven el pasado, buscan y buscan en esos recuerdos destellos de lo que hubieran querido que fuera y no fue. También hay quienes justo por haber tenido lo que querían, siguen igualmente amarrados, refugiados en eso que tuvieron… ya está ajado, sin forma, roto.

Dejar ir lo que ya no está no es tarea fácil, porque en realidad lo que hay que dejar ir, no tiene que ver con la figura, tiene que ver con el fondo. No es el beso lo que debes dejar ir, sino la sensación de haber tocado la punta del deseo; no es a Liborio, es todo lo sentido, disfrutado, amado; no es el hábito que hoy te parece negativo, sino todo lo bueno que te dio ese mismo hábito antes de convertirse en dañino… así de simple y complejo. Sí, todas las personas han tenido que dejar ir en algún momento de su vida algo o alguien. 

Ver el vacío que deja lo “tenido”, sentir la rasgadura que deja el desprendimiento y elegir sentirlo, vivirlo y no evitarlo, es una decisión que implica meterse a explorar las aguas profundas de los abandonos y las muertes de toda la vida. Por eso duele más, por eso duele doble o triple. Por creer que se puede detener el dolor que trae el proceso mismo de desgajar, el dejar ir lo que ya se ha ido desde hace mucho; por creer que se sigue abrazada, abrazado a esa situación, persona o hábito. No es así, al contrario, se tejen a diario redes hechas de varios nudos de dolor y sufrimiento, a eso se ata la persona, a su propio dolor, a su propia incertidumbre. 

Después de un tiempo de adentrarse profundamente en el duelo por la pérdida, la persona no se liga a aquello, no es a él, a ella a la que se mantiene unido. De tanto permanecer en esa zona, en ese espacio tiempo de inmenso dolor, se empieza a enlazar y a unir al dolor mismo, a las tinieblas y por supuesto a los miedos de vivir sintiendo belleza, a los miedos de vivir con asombro los colores del amanecer, los miedos de experimentar los gozos y los miedos de experienciar belleza y luz al contactar con otras direcciones que no sean solo el pasado. 

Toda persona ha tenido que dejar ir algo o a alguien en algún momento de su vida… ¿y tú? ¿Estas listo, lista pasa soltar tu dolor y vivir?... Todo tiene un tiempo, todo tiene un ritmo


Te comparto una pieza musical que acompaña este escrito solo has clic en la frase donde dice pieza musical






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