SIN PARTITURAS
Cómo empiezo… No supe en qué momento dejé… no. Me enseñaron a vivir… no, no. Aprendí a vivir, mientras veía a las demás personas vivir. Fui asimilando modelos, esquemas, creencias. Fui tomando formas, opciones. Fui aprendiendo a vivir. Imité. Representé. Personifiqué. Encarne por años varias máscaras, aunque reconozco que, siempre había algo de mí impreso en ellas. En un sistema como el nuestro, patriarcal recalcitrante, las mujeres aprendimos a vivir, en principio, para los otros, como otros, incluso, a vivir la vida de otros y, con ello, los sueños y deseos de otros. Poco a poco, deconstruyendo elementos de esa identidad asignada, empecé a reconstruirme. Entendí que estaba en contantes ensayos de vida, con elementos diferentes. Me vi como quien ensaya con un instrumento musical. Primero tocando las piezas de otros. Después, haciendo contribuciones personales a esas mismas obras.