BODA ISTMEÑA
Llamó mi atención una voz dulce, amable y firme. –¿No ha llegado el fotógrafo? La vi con su amplia sonrisa dando instrucciones para que todos los familiares saliéramos en las fotos de su boda. –No quiero que se haga tarde, quiero aprovechar la luz del día. Las mujeres aquí, los hombres allá... ustedes de este lado, por favor... Quién iba a decir que años atrás su cuerpo todo estaba frágil, a punto de quebrarse. Pero ni ahí se venció, de algún lugar sacó fuerzas y se levantó. Sólo ella sabe todo lo que pasó y vivió desde entonces hasta hoy que la veo con músculos firmes, con huesos inquebrantables, clara en su mente y en sus ideas. Mientras la observo, llegan a mí palabras como convicción, certeza, firmeza, decisión, organización, dominio, control. Absorta en ella, me estremecí al sentir que está viviendo en el filo de la navaja, es decir, que ha decidido vivir intensamente la vida, porque se sabe frágil ante la presencia del ángel de la muerte, y no porque crea que pronto s