Se halló en el fondo de un túnel que llegaba casi al centro de la tierra. Desde ahí podía ver lo diminuta que era, lo frágil que estaba, lo insignificante que se sentía. La otra, la de arriba la veía con ojos de amor. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para que a aquella le nacieran las ganas de subir, para que le entraran las ganas de compartir la alegría y el gozo de la vida... Así comienza el primer relato de mi libro "de Carmen a Carmen y a otros amores" Te invito a leerlo
No todo lo que se deja ir, lo que se suelta, causa necesariamente un dolor interno. Hay situaciones, objetos, personas, lugares, animales… que lejos de causar un sentimiento desagradable nos llena de júbilo. Como cuando se deja la sala de un hospital, luego de alguna complicación en la salud, o se destilicha la casa o se cambia de hábitos nocivos. De ahí se va tomando experiencia en lo que significa deshacerse de aquello a lo que no se le encuentra un lugar. Se deja ir lo que incomoda, lo que daña, lo que no sirve, lo que se acabó, lo que ya no tiene un uso, lo que es de otra persona, lo que murió, lo roto, lo que se vuelve feo, lo que creíste que era y no fue. A veces no está roto, sirve, pero daña; otras veces es bellísimo y tiene mil encantos, pero pertenece a otra persona, otras de verdad que tenían un lugar especial, pero se rompió. ¿En qué momento y qué ocurre, que a pesar de que aquello se volvió espantoso no se suelta? ¿Qué ocurre con la experiencia adquirida a ...
Estoy sentada frente a una fogata, la contemplo; me siento en paz, estoy serena. Es una noche estrellada y bella. Alrededor de mí, están todos los maestros que han llegado, de esta vida y de otras. Vi a todas las personas que me han acompañado, que han estado colaborando conmigo, diciéndome por dónde, mandándome señales, alumbrándome el camino. Distinguí a mis terapeutas, mis hermanos, mis padres, a mis hijas y pareja. Por supuesto, como maestros, t ambién estaban las personas que permanecen en los grupos, mis consultantes y jefes de trabajo. En el sueño se me sugirió decir frente a todos, desde la honestidad y el corazón, cuáles son mis proyectos. Todos asintieron en señal de estar de acuerdo. Me indicaron que siga trabajando con mi ego, con mi amor, me instaron a compartir lo que sé. Hicieron hincapié en afirmar cada día la concreción de metas y objetivo hasta alcanzar mis sueños... Te recordé...sí, a ti. Cómo vas con tus metas, tus planes, con tus sueños. Siéntate, cierra tus ojos,...
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