Duelos

Mi padre se levantó con una pena en el corazón. Lo vi salir despacio, a tientas, al patio de atrás de la casa, Tristísimos sus ojos; Perdidos en la inmensidad de aquellos laberintos Buscaban un asidero de luz entre sus recuerdos. A través de la ventana, lo veía sentadito en la silla donde tomaba el sol por las mañanas. Caían lágrimas de sus enceguecidos ojos, Llegaban a la tierra haciendo más grande aquel laberinto de juncos, ...